miércoles, 26 de mayo de 2010

Nuevos Otoños...


Y así llegó definitivamente el otoño a la ciudad. A caminar sobre el cemento frio después de los conciertos, a beber la última cerveza del día en el bar caluroso y ponerse el abrigo y la bufanda antes de salir...

Es increible que cansado y enfermo haya conocido la risa, no sabía de que se trataba eso (o lo había olvidado completamente). Pasearme por el parque una vez más antes de terminar de morir, ver el otoño en su máxima expresión... Recorrer friolento ese Santiago que hasta yo mismo había olvidado, lleno de magias, de caminares tibios... de noches calientes de lluvia.

Nuevos otoños me deparó la universalidad... nuevos días aparecieron sin la más mínima intención, no reviviré, nunca lo hice... pero no permitiré seguir desperdiciando todas esas canciones que cantar. No sacaré las tapias de mis ventanas, pero abriré la puerta; no saldré de mi casa pero volveré a abrir mis sabanas para esa persona que las quiera revolver, que quiera sentir vida así como yo la estoy sintiendo por estos días. Creo que había abandonado mucho, o no?. After you've gone... y aunque no volví dormir, ahora puedo pensar, ver... y volverme a tomar de la mano.

-Juego al seis o al as?...
-Siempre, mijo, al as!

Santiago, 26 de mayo de 1960.

sábado, 15 de mayo de 2010

Tristes lindas veladas...

Llovió un poco más ese día... Salí de mi casa con la clara intención de tener una velada bajo la lluvia. Había tanta soledad en estos días y este ápice de compañía no solo fué esperanzador sino que muy entristecedor.

No había nada más hermoso que disfrutar interminablemente de sus movimientos sutiles... ser agresivo hasta sus griterios. Reposar riendo entre las gotas de lluvia...

-Pura pena.

Hermosas veladas que esperaba que jamás terminaran, que espero que jamás terminen. Tristes consuelos que tienden a llenar las ausencias santiaguinas con risitas complices y vergüencitas sabrosas... triste fué cuando hubo que vestirse... decir adiós y espero volvamos a vernos... y lo espero, quizás Antonella jamás supo cuanto.

Caminé con la guitarra en mi mano un rato, mis botas acordonadas se metían petulantes en cualquier charco que se encontraran, la lluvia resbalando por mi chaqueta iba a dar al suelo junto con todas mis esperanzas... desbaratadas por las últimas palabras que mis oidos recuerdan...

Toqué y tuve un día de fiesta... las copas pasaban frente a mis ojos igual que las gotas de lluvia que antes vieron mis penas... como las penas que vieron pasar sus amores. Llegar tarde y con esa liviandad que el alcohol presupone frente a tus pesares...

Nunca pensé que disfrutar la vida fuera tan dificil... pero santos cielos que hermoso eso... debo admitirlo... encantan las tristes lindas veldas... asi puedo llegar a mi cama solitaria... y dormir.

Santiago lluvioso, Mayo de 1960.

jueves, 6 de mayo de 2010

Maldad...

Es increible como un humano pude irse deteriorando poco a poco hasta que se da cuenta de que ya no hay vuelta atrás... Ya los gatos ni si quiera cantan el blues y si alguno se cruza lo patéo irracionalmente deseando su muerte... llego a mi casa solo a acostarme y pensar en que todas las cosas por las que luché durante mi vida se fueron o decidieron bien... porque aunque sea empeñoso y trabajador nunca bastará ni si quiera para uno mismo... es increible darse cuenta de como uno se va deteriorando al punto de darse cuenta de lo que está pasando y cuando te das cuenta ya es demasiado tarde...

Las calles de Santiago a uno lo castigan siempre de la peor manera, con los recuerdos... salir a dar una escaza vuelta a la manzana significaría un trágico desenlace...

Es increible como uno en tan poco tiempo puede desintegrarse y deshacerse como cuando se cae una botella de cerveza y se quiebra...
Es increible como uno puede permitirse quedar así...
Es increible como uno puede deteriorarse tanto...

Santiago, 6 de mayo de 1960.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Encierro...


Me encontré un día con Antonella caminando por el parque forestal (había salido a tomar una cerveza de nuevo)... me dijo que me mirara como estaba, que si acaso no me daba cuenta en lo que me había convertido. Parece que Victor le abrió la puerta un día de mi casa mientras yo estaba en la habitación... el día que me dijo que era un cartero equivocado. Me preguntó que por qué pasaba acostado todo el tiempo y si acaso hacía algo de mi vida.

-¿Quieres que me quede tranquila sabiendo que te estás volviendo loco?

Que extraño, la tranquilidad que ella buscaba estubo justo en dejarme y alejarse... ¿qué importa si estoy encerrado?¿qué importa si dejo que el estado de putrefacción espiritual me gane?. Ahora escucho casi solamente Satie, todo el día... todo el encierro... Me llena, quien sabe por qué.

De todos modos nunca me había planteado que la locura era un peligro constante y que dadas ciertas circunstancias quizá se acercara demasiado en este instante. Quizás es solamente que volví a lo que era eternamente antes de ella, quizás solamente había vuelto a perder el rumbo que tanto me costó emprender... pero si la decisión era tan sencilla, Y ni si quiera había algo vivo en mi... todo había desaparecido... seguir por inercia, obligarse de manera casi patética a mirar Santiago con optimismo cuando se sabe que es falaz... Era mejor caminar borracho y tirando recuerdos al suelo de la Alameda nocturna, desapegarse completamente a todo lo que tienes poruqe te obligaron a desapegarte y a buscar olvido u odio al menos y no hallas donde encontrarlo porque nopuedesnopuedesnopuedes y te desesperas porque en realidad sabes que es lo que está pasando y no puedes hacer nada contra eso y el animo baja tanto que ya ni si quiera tienes fuerza para levntarte a abrir las cortinas o destapiar las ventanas...

Todo tan extraño, hoy es el primer día lluvioso del mes... hacía tiempo que no veía llover (salvo un viaje que realicé hace unos meses, hermoso viaje, grandes recuerdos desechados)... Ya no queda nada por hacer, de espaldas y más Satie "Seul a la Maison" (Solo en casa) directo a mis emociones... cada vez más hacia dentro...

Santiago, 5 de mayo de 1960...

domingo, 2 de mayo de 2010

Ratas...


La otra noche desperté con un horrible sueño de ratas... pero cmo que no me daba miedo, sino que era algo peor... como angustia. Sabía que esas ratas no eran ratas, sino que una presencia emocional que me causaba una desesperación desmedida... Tomaba después al a rata por el cuello y en el sueño mis manos sintieron esa viscosidad que tienen los ratones y la vi herida. Estaba asustado y la tiré lejos. Luego empecé a ver todo brillante... como decirlo, fosforescente creo que le dicen en las películas... desperté llorando con una pena horrible. Desesperante.

Caminé anoche parece que mucho por la ciudad... solo, triste, borracho... como siempre Rogando por recuerdos, rogando por presencias descuadradas... Pasé a cierta hora por el puente Pio Nono y me detuve y miré hacia el Mapocho y pensé en todo lo que su torrente podía limpiar... la única y mejor salida. Estube parado contemplando largo rato, mirando las ratas por la rivera... dandome la fuerza para tomar la única y verdadera gran desición, la única realmente mia, puse un pié en el borde del puente como para intentar subir la reja, me puse a llorar y volví a odiarme por no atreverme, volví a odiarme por amarla... por nisiquiera tner la descencia de acabar con mi propia existencia aun cuando ya estaba acabada...

Volví a encerrarme y a escuchar un disco con la Gnosienne 3... podía acaso otra pieza representarme mejor?.

Santiago, 2 de Mayo de 1960.