Y así llegó definitivamente el otoño a la ciudad. A caminar sobre el cemento frio después de los conciertos, a beber la última cerveza del día en el bar caluroso y ponerse el abrigo y la bufanda antes de salir...
Es increible que cansado y enfermo haya conocido la risa, no sabía de que se trataba eso (o lo había olvidado completamente). Pasearme por el parque una vez más antes de terminar de morir, ver el otoño en su máxima expresión... Recorrer friolento ese Santiago que hasta yo mismo había olvidado, lleno de magias, de caminares tibios... de noches calientes de lluvia.
Nuevos otoños me deparó la universalidad... nuevos días aparecieron sin la más mínima intención, no reviviré, nunca lo hice... pero no permitiré seguir desperdiciando todas esas canciones que cantar. No sacaré las tapias de mis ventanas, pero abriré la puerta; no saldré de mi casa pero volveré a abrir mis sabanas para esa persona que las quiera revolver, que quiera sentir vida así como yo la estoy sintiendo por estos días. Creo que había abandonado mucho, o no?. After you've gone... y aunque no volví dormir, ahora puedo pensar, ver... y volverme a tomar de la mano.
-Juego al seis o al as?...
-Siempre, mijo, al as!
Santiago, 26 de mayo de 1960.